En el primer círculo estaría la pregunta ¿Qué?, en el segundo la palabra ¿Cómo? y en el círculo interior ¿Por qué? Este círculo corresponde a la forma más habitual de comunicación; primero se dice qué se está haciendo, luego cómo se hace y en tercer lugar el por qué se hace. Esta es la estructura comunicativa normal de los seres humanos pero para Simon Sinek, para ser efectivos en la comunicación con el cliente es necesario invertir el orden y comenzar por el por qué buscando generar empatía del cliente hacia el producto o compañía.

1. Se debe comenzar con la pregunta del “¿Por qué?” teniendo en cuenta preguntas como:

¿Por qué el cliente tiene cierta necesidad?
¿Por qué debería comprar mi producto?
¿Por qué mi propuesta de valor es diferente a la de mis competidores?

2. Se responde el “¿Cómo?” pensando en el cómo se realizan ciertas actividades. ¿Cómo se hace o se desarrollará el reto? dando una descripción a detalle de los atributos y características del mismo

3. Por ultimo se responde el “¿Qué?” teniendo en cuenta que el  cliente final deberá entender de manera clara el producto que se está mencionando