Esta herramienta nos permitirá enfocar nuestro análisis a la raíz causante de un problema, tras haber identificado el problema central vamos a diagnosticar los síntomas de este problema y posteriormente sus causas para poder darles solución a ellas directamente.

1. Primero, identifica y escribe el problema central que estás tratando de resolver.

2. Trabajando desde este punto de partida, escribe los síntomas directos, subyacentes y contribuyentes que veas como resultado. Estas pueden ser personas involucradas con el problema, sistemas, equipos, materiales, fuerzas externas, etc. Intenta extraer tantos factores contribuyentes como sea posible.

3. Ahora completa las causas que corresponden a estos síntomas. Una vez que se haya completado la hoja de trabajo, revisa cada síntoma y causa con su equipo y considera si están colocados correctamente, y discute qué puede aprender de esto en términos de aclarar sus objetivos.

4. Ten cuidado de no mezclar las causas de un problema con sus síntomas a medida que los anotas: una causa es la razón por la que sucede algo, mientras que un síntoma es generalmente lo que vemos como el resultado final del problema