La metodología biomimética ayuda a identificar elementos concisos de la naturaleza como: definir el impacto que puede tener la idea en el mundo, biologizar, es decir replantear que podría brindarnos la naturaleza, descubrir modelos naturales que se puedan abordar con la solución de diseño ya planteada, abstraer características que puedan servirnos como estrategias de diseño, emular el concepto frente a las limitantes de diseño y el impacto que puede tener en los sistemas terrestres. Esto con el fin de hacer un diseño más integrado.

1. DEFINIR. Articula con claridad el impacto que deseas que tu diseño tenga en el mundo, así como los criterios y restricciones que determinarán su éxito.

2. BIOLOGIZAR. Analiza las funciones esenciales y el contexto que tu diseño debe abordar. Replantéalas en términos biológicos, para que puedas “pedirle a la naturaleza” consejo.

3. DESCUBRIR. Busca modelos naturales (organismos o ecosistemas) que requieran abordar las mismas funciones y contextos que tu solución de diseño. Identifica las estrategias usadas que apoyan su supervivencia y éxito.

4. ABSTRAER. Estudia cuidadosamente las características o mecanismos esenciales que hacen que las estrategias biológicas sean exitosas. Replantearlos en términos no biológicos, como «estrategias de diseño».

5. EMULAR. Busca patrones y relaciones entre las estrategias que encontraste y concéntrate en las lecciones clave que deben aportar información a tu solución. Desarrolla conceptos de diseño con base en estas estrategias.

6. EVALUAR. Evalúa los conceptos de diseño para saber qué tan bien cumplen con los criterios y las limitantes del reto de diseño, y qué tan adecuados son para los sistemas de la Tierra. Considera la viabilidad técnica y del modelo de negocio. Refina y revisa los pasos previos según sea necesario para producir una solución viable