Analogías (Directas, fantásticas, naturaleza)

Una técnica de creatividad que se basa precisamente en asociar elementos

Información

Tiempo sugerido

1-3 Horas

Nivel de dificultad

Bajo

Materiales

Papel y Lápiz

Participantes

2 o más Participantes

HERRAMIENTAS

Para aplicar las analogías, en primer lugar tenemos que tener un problema o necesidad que resolver. Por lo tanto, su aplicación se suele realizar después de la fase de definición dentro de la metodología del Design Thinking.

Una vez tenemos enfocado el problema a resolver, comenzamos a buscar soluciones utilizadas para resolver un problema similar en otros contextos. Imaginemos que tenemos que diseñar una mesa para el salón y detectamos que queremos mejorar la unión entre las patas y el tablero. Podríamos comenzar a pensar cómo se resuelven uniones de elementos similares en la naturaleza, en la industria, en los juguetes, en los dibujos, etc. Esto nos aportará un gran número de ideas muy diferentes de una forma ágil y dirigida.

La sinéctica
A partir de las analogías, surgió a finales de los años 50 la sinéctica, una técnica de creatividad desarrollada por el inventor y psicólogo William J. J. Gordon. El nombre sinéctica es un neologismo de raíz griega y que se tradujo al español a partir del término inglés “synectics” y significa trabajando juntos desde fuera. Esta técnica de creatividad se fundamenta en las analogías y se desarrolla en base a cuatro tipos de ellas, las cuales explicamos a continuación.

Analogía directa: Se realizaría del mismo modo que las analogías que comentamos anteriormente, buscando una relación de semejanza entre dos elementos diferentes.

Un buen ejemplo de analogía directa es el Nut Hammer fabricado por Menu y diseñado por Roger Arquer:


Analogía personal: Este tipo de razonamiento permite a las personas empatizar con los problemas, necesidades, productos o servicios formando parte de los mismos. Una buena forma de aplicarlo es a partir de la pregunta “Y si yo fuera…”. Por ejemplo, ante la misma problemática de la unión entre las patas y el tablero en una mesa, nosotros seríamos esa unión y a partir de ahí podríamos aportar nuestros valores, virtudes o pensamientos desde el punto de vista del objeto.

Analogía simbólica: Se trata de elegir un símbolo, que puede ser una imagen, un sonido, un objeto o una palabra, que represente la clave o el insight de un problema dado,  estableciendo relaciones entre las características del símbolo y el problema a solucionar. Esta técnica también se puede realizar de un modo aleatorio, es decir, ante un problema planteado, elegir un símbolo al azar y tratar de buscar relaciones para solucionar dicho problema. Esta segunda interpretación resulta muy útil para situaciones de bloqueo creativo y se utiliza mucho en el ámbito del Storytelling.

Analogía fantástica: Este tipo de analogía es la más empleada en los llamados “visionarios”, los cuales ante un problema de nuestro tiempo no se cierran a las soluciones posibles de la actualidad si no que buscan otras mejores. Para aplicar esta técnica simplemente tenemos que liberarnos de nuestra parte más lógica y plantear las soluciones que más nos gustarían aunque a priori no sean posibles. Un ejemplo de la aplicación de esta técnica es Elon Musk, el fundador de Tesla, el cual ante el problema del tiempo en el transporte, se planteó y si hubiera un tren que pudiese cubrir el trayecto Los Ángeles-San Francisco en 30 min, ¿cómo sería?


Como en otras técnicas de creatividad, en las analogías es muy importante tener la mente abierta a nuevas formulaciones, no coartar ideas y poseer una gran cantidad de inputs para así tener más posibilidades de establecer relaciones entre ellos.

PAso a paso

1. Saber cuál es el problema

Ejemplo: Fabricar una bañera que ocupe el menor espacio posible.

2. Generación de las ideas. Esta segunda fase es la de alejamiento del problema con la imaginación. Es la fase imaginativa y producimos analogías, circunstancias comparables.

El grupo ha propuesto como analogías la cascada, el ciclón, el molino de agua…

3. Selección de las ideas. La tercera fase es la de seleccionar: tenemos una larga lista de analogías y es el momento de seleccionar las que consideremos más adecuadas y cruzarlas con el problema.

©2019 Grupo Bancolombia. Todos los derechos reservados.